Cuidar tu piel va mucho más allá de aplicar una crema hidratante de vez en cuando. Una buena rutina de cuidado de la piel es esencial para mantener una piel sana, prevenir los signos del envejecimiento y realzar su belleza natural.
1. Limpieza: el primer paso esencial
La limpieza elimina las impurezas, el exceso de grasa y los residuos de maquillaje. Elija un gel o leche limpiadora que se adapte a su tipo de piel: seca, grasa o sensible. Este paso permite que los siguientes productos se absorban mejor.
2. Tonificación: equilibrio y frescura
El tónico ayuda a equilibrar el pH de la piel y a preparar la epidermis para recibir los ingredientes activos de los productos de cuidado posteriores. Las opciones con ingredientes calmantes como la manzanilla o el hamamelis son ideales para pieles sensibles.
3. Serum: poder en gotas
Los sueros están altamente concentrados y tratan eficazmente problemas específicos, como deshidratación, imperfecciones o signos de envejecimiento. Un sérum con ácido hialurónico, por ejemplo, garantiza una hidratación profunda y un efecto rellenador inmediato.
4. Hidratación: nutrición diaria
Independientemente del tipo de piel, la hidratación es obligatoria. Una buena crema ayuda a fortalecer la barrera cutánea y a mantener la piel protegida de las agresiones externas. Para pieles maduras, opte por fórmulas antienvejecimiento con péptidos y antioxidantes.
5. Protección solar: todos los días
El sol es una de las principales causas del envejecimiento prematuro. Aplique siempre un protector solar con al menos FPS 30, incluso en días nublados.